Oruga mecánica

Por: Alejandra Pedroza Marchena


     Los pasos de quien empuja por atrás la silla de ruedas, procuran estar a ritmo con el deslizamiento de las llantas. Llegan la persona con capacidades diferentes y su acompañante a la estación Juárez del tren eléctrico de Guadalajara.


     Lo que resta es esperar a que algún pasajero o un vigilante, notifique al supervisor de estación que se requiere un servicio de apoyo al usuario discapacitado para bajar escalones. Alrededor de 20 asistencias de este tipo son solicitadas por día, según anuncia Alberto Keller quien funge como supervisor de la estación Juárez.

     Arriba el encargado o el vigilante, manejando una de las dos máquinas con que se cuenta en esta estación para lograr el desplazamiento de personas en silla de ruedas por las instalaciones del tren ligero tapatío: la oruga mecánica.


     Dicho aparato consiste en una plataforma con respaldo y llantas en donde se sube a la persona con todo y silla. Para ser trepado y bajado de la oruga, el artefacto cuenta en sus extremos delanteros con una rampa pequeña por cada esquina; las cuales se mantienen guardadas bajo el armazón y son tiradas al exterior cuando es requerido.


     Una vez arriba del dispositivo, el pasajero es acostado de manera diagonal con la espalda al piso. Entra en función la mecánica, pues se concentra en el respaldo del aparato y echa a andar una banda de orugas que se van encajando escalón por escalón.


     A excepción de Juárez, todas las estaciones cuentan con una oruga mecánica. En las estaciones de superficie no hay, sin embargo, para evitar utilizar el puente peatonal en estos casos, se abren las puertas de salida de emergencia dando el paso a las personas en sus sillas. La estación Dermatológico es la única que no tiene una de estas puertas, cuenta Alberto Keller.


     El usuario se encuentra ahora bajo las escaleras y es descendido de la oruga mecánica. Su acompañante lo dirige a la parada del tren que se aproxima. Se abren las puertas, aglomeraciones de gente entra y sale con el rostro al frente sin mostrar paciencia ante personas de marchas menos aceleradas, y tampoco interés por ceder el paso, incluso a viajeros con capacidades diferentes. “Primero van ellos y después pasamos nosotros, las personas discapacitadas”, afirma Jorge Villegas pasajero del tren.


     El supervisor se comunica vía radio con su colega encargado en la estación a la que se dirige la persona en silla de ruedas, y lo advierte de tener lista la oruga, ahora para subir las escaleras, lo que implicará repetir el procedimiento.





1 comentarios:

Viridiana Flores Tlaque dijo...

Roja, muy bueno!!! :D me da gusto ver en el blog redacciones sobre como se vive la discapacidad en Jalisco =)

Sólo una observación, en la cita:

“Primero van ellos y después pasamos nosotros, las personas discapacitadas”, afirma Jorge Villegas pasajero del tren.

Jorge Villegas se dice al él mismo "persona discapacitada", ¿estará bien incluirlo así en la redacción? o explicarle a Jorge Villegas que lo correcto es decir personas con capacidades diferentes o personas con alguna discapacidad... para que al momento de redactar no se incluyan palabras como "discapacitadas" etcétera.

aaa por cierto mi hermano es usuario de la oruga mecánica y le gustó leer la nota ;).