PUESTO QUE SOMOS INTERNET

Por: Lucia Castillo Sánchez

Me encontré un taxista culto1 afuera del Teatro Estudio Cavaret que se encuentra en Zapopan, Jalisco, después de una noche de baile con Four Tet2; varios fueron los temas que dialogamos (sí, dialogamos) al abordar el vehículo; incluso mis amigos, quienes también iban en el taxi, fueron partícipes de tal diálogo, que en algún momento giró en torno a un tema de fina envergadura: el internet. Y es que el taxista alegaba sobre cómo es posible realizar varias actividades en la red en un mismo tiempo, ejemplificando que un amigo suyo, siempre tiene la ventana del Messenger abierta y charla con alguien –o no- mientras se ocupa de alguna otra cosa. Respondí inmediatamente al sentir la pedrada en la cabeza: -Yo hago lo mismo, pero en verdad puedo concentrarme en el Messenger y en otra actividad; creo que el cerebro de todos los que formamos parte de la era del internet, se está adaptando para hacer varias cosas en la computadora a la vez y poder concentrarnos en todas-. Esto, que podríamos considerar como una hipótesis personal, y que expuse a partir de experiencias propias, es un fenómeno que iré explicando en los párrafos siguientes del presente artículo.

Según el último estudio sobre hábitos de los usuarios de internet en México, realizado por la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI), existen 18.2 millones de computadoras personales en México, de las cuales 11.3 millones tiene acceso a internet, siendo el correo electrónico la principal actividad en línea, seguido de subir videos y fotos en un sitio para compartirlos, crear, mantener y accesar a un blog, bajar música, ver chistes o páginas de humor, visitar sitios deportivos, consultar los horóscopos, reservar pasajes de avión, tren o autobús, bajar podcast, y por último, reservar hoteles o paquetes vacacionales. Dichas acciones, forman parte de lo que el sociólogo Zigmunt Bauman nombra como “síndrome consumista”, el cual, hace del consumo la verdadera razón de nuestra existencia, la vía de escape a las largas horas de trabajo que se ven compensadas por el placer de mirar-tocar-comprar cualquier cosa, sólo por el mero hecho de hacerlo”, (Márquez, I. V. (2008) Cultura y Relaciones Personales en los Albores del Siglo XXI. Las Paradojas de la Sociedad Red.).

A partir de lo anterior, es posible pensar en una sociedad que ha trasladado sus conductas de consumo hacia la web, siendo ésta una plataforma de fácil acceso (para algunos), en la que se pueden satisfacer un sinnúmero de necesidades de manera rápida con tan sólo unos cuantos clics en el mouse. Dentro de esas necesidades, me permito mencionar una que es quizá la razón de ser de este blog: la comunicación. El intercambio de ideas con el sitiero, es un claro ejemplo de lo mencionado, al igual que la charla que según dice, su amigo mantiene por Messenger, así como el hecho de que millones de personas dispongan de internet, y sea el correo electrónico el principal uso brindado a tal medio; es obvio que ¡necesitamos comunicarnos!, y más obvio es que ¡necesitamos consumir!, pero para ello, deberíamos crearnos una conciencia “cyber-social”, que nos haga hacer de esos clics en el mouse, un cúmulo de conocimiento sobre nuevas culturas, ideologías, artes, lugares, música y noticias de lo que nos rodea, para así, adaptar verdaderamente nuestro cerebro a las variedades del internet, logrando la concentración en asuntos que no sólo sean “las pinches redes sociales”, sino que dirigir nuestro hábito de consumo a una próspera obtención de información que logre educarnos. Puesto que somos internet es que prendiste la computadora para accesar a la red, diste unos cuantos clics y llegaste hasta aquí. Puesto que somos internet es que me di cuenta del concierto de Four Tet, llegué a un acuerdo con mis amigos a través del Messenger para acudir, y al finalizar el evento tomamos un sitio y conocimos a ese chofer que dio pie a la realización de este texto, el cual, no pretende más que ser una reflexión sobre las futuras formas de consumo en internet, pensándolo como un fenómeno que se encuentra en constante evolución, al igual que debería estarlo nuestra mente.

1¿Qué es ser culto? Véase en próximas publicaciones.

2Four Tet en música de Tiempo de enfoque.